Seguidores

miércoles, 29 de abril de 2009

IX


Me aniquilan las ansias de dejar las ganas de lado.

Que ansias de mandar todo al querido y lejano carajo, y que por un día me importe nada todo/todo nada.
Que ansias de poder decir todo lo que tengo guardado adentro y que me entiendan, porque eso es lo fundamental para mi gusto.
Ganas de gritar, ganas de llorar, ganas de bailar; pero bueno al fin y al cabo no son nada mas que ganas ¿No?. Ahora viene el problema, la cuestión, la pregunta: ¿Cómo hago para dejar de tener ganas de todo? Seguramente como acto reflejo lo primero que pensás es: “Empezá a HACERLO”, y sí, siempre tomando el camino fácil, ‘la salida de emergencia’. Lástima que como buena leonina que soy, no me conformo tan fácilmente y necesito otra respuesta a esa pregunta. Por ahora la sigo buscando.


@

No hay comentarios.: